SORPRESA EN EL JACUZZI






Luego de una jornada intensa en la oficina, tras una hora agonizante en el trafico llego a mi apartamento, solo deseo que el agua caiga sobre mi cuerpo y me refresque de la cabeza a los pies; me dirijo a mi cuarto, y a mi paso voy dejando cada cosa en su lugar, el maletín, las llaves del auto, la bolsa del pequeño mercado que hice, me deshago de todo lo que tengo a la mano, para poder desvestirme con tranquilidad. Dejo caer mi saco en la cama, camino al closet para buscar que ponerme al salir de la ducha, mientras me desabotono la camisa y de un tirón quito mis zapatos, son tan bellos pero incómodos a la vez, soportarlos todo el día es una tarea ardua. Ya me encuentro completamente desnudo en mi recamara y me dirijo al baño; Abro la puerta y allí está, entre la espuma saliente de la tina, entre el vapor del agua caliente, entre la luz de las velas y con una copa de vino en su mano. Esta completamente desnudo y sumergido en mi bañera, esperando que me le una, y sin pensarlo dos veces entro en ella, en seguida sus perfectas piernas me aprisionan y de un tirón se acerca a mí, me besa, me toca, me da de beber de ese vino tinto tan delicioso, es que el Cabernet Sauvignon provoca sensaciones; Sensaciones que me hace sentir en mi boca, en mi cuello, en mi pecho.

Sentir su sexo completamente erecto rosar mis piernas, sentir como sus manos aprietan fuertemente el mío y lo masajea, me hace retorcer de placer, un placer que solo él puede darme; lo miro a los ojos y noto que su brillo parece desbordarse, su picara sonrisa y su perfecta nariz perfilada hacen conjunto con ellos. Se acerca a mi y susurrándome dice “es hora de cambiar de escenario”. Se levanta de la tina y agarra una toalla blanca que enrolla en su cintura cubriendo sus perfectas nalgas, se voltea y me pide que lo siga. Me levanto y tiro de una toalla, solo la uso para secarme y quitar de mi cuerpo la densa espuma. Me dirijo a la recamara y veo como esta allí, esperándome ya sin esa fastidiosa toalla que nada dejaba ver, está allí esperando por mí, en mi cama, con mis sabanas, apoyado en mis almohadas; me le acerco y empiezo a besar su cuello, al mismo tiempo mis manos van recorriendo cada centímetro de su cuerpo,  contorneando sus perfectos brazos, el vello de su pecho, su densa barba; me toma de la cintura y me atrae hacia él. 

Es en ese preciso instante, donde me pide que lo haga mío, que desea sentirme adentro; lo agarro fuertemente de la cintura lo pego a mi cuerpo y comienzo a besarlo, a sentirlo, a excitarlo y …………………. Yacemos en mi cama él recostado en mi pecho, yo acariciando su cabello, sintiendo que su aliento se está tranquilizando. De una sola voz le digo “preparare algo de comer” y me dirijo a la cocina, estando allá me llega completamente desnudo y me dice “continuamos”…


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